viernes, 22 de agosto de 2008

estar, estoy, estas

Y si, cuando nos conocimos, ninguno de los dos pensó siquiera que 9 años después nos despediríamos tal vez para siempre. Igual es la melancolía por esas noches regresando a nuestras casas después de la escuela, o más grandes cuando íbamos los tres a jugar billar y yo les ganaba y me ponían apodos; pero ciertamente creo que una parte de mí se siente sola. De un año para acá la vida, MI vida, nuestra vida ha cambiado mucho, le decía a F que la muy cabrona nos ha comenzado a tratar ahora si como adultos, no es que antes siguiera siendo un niño, pero no esperaba estos contrastes tan pronto.
Con ELLA todo está bien, eso pensamos los dos, pero la verdad también han cambiado muchas cosas, suena muy usado, pero los horarios no nos dejan ser, ahora –como ya dije antes- la vida nos está exigiendo cosas, sé que no podría ni querría vivir de mis padres todo el tiempo, pero así de repente tan de sopetón, no sé, a veces me queda un gusto amargo de las cosas.

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